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Soy aficcionada a perfumarme en diamentes mientras un disco de vinilo es tocado a lo lejos.

sábado

-Hace poco, en el coche, hablábamos sobre la magia del cuervo, ¿lo recuerdas?
Recordaba cada palabra.
-Has dicho que no podía tener esa magia porque no era más que una chica vulgar y corriente, una chica como tantas otras que has conocido, de esas que siempre tienen que ir juntas al lavabo y se burlan de Lisa, y que...
Una mano se posó sobre mis labios.
-Sé lo que ha dicho.-Gideon se había inclinado hacia mí desde su lado de la cabina.- Y lo siento.
¿Qué? Me sentí como fulminada por un rayo, incapaz de moverme y ni siquiera de respirar. Sus desos palparon delicadamente mis labios, me acariciaron la barbilla y subieron por mis mejillas hasta las sienes.
-Y tú no eres una chica vulgar, Gwendolyn -susurró mientras empezaba a acariciarme el cabello-. Eres una chica totalmente fuera de lo corriente. No necesitas la magia del cuervo para ser especial para mí.
Su cara se acercó aún más. Cuando sus labios rozaron mi boca, tuve que cerrar los ojos.
<Muy bien. Ahora voy a desmayarme>, pensé.

1 comentario:

  1. Tengo que decirte que me encanta esta entrada de Rubí, es un libro fantástico!
    Sigo mucho tu blogger :)
    Pasate por el mio si quieres!
    Un besito y sigue así ^^

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