Perfumada en diamantes.

Aunque no creas tú, yo era alguien con miedo, la que menos podía, la que todo temía, siempre fui la más pequeña. Puede que como tú, yo me sentía la que menos, la débil frágil, cobarde la que no pedía nadie cuando echaban a dedos.
Que ser sensible era difícil de aceptar, para la gente un bicho raro. No tener fuerza o no saberla utilizar, me colocaba tan abajo.

Ahora sabes tú que ser cobarde no es eso, que los valientes crecemos y fuimos cobardes sólo para ellos. Puede que como tú, mi fuerza está en lo de dentro, que ser sensible es el arma que da la verdad aunque duela por dentro.